Hoy vamos a hablar de cómo cuidar de tu salud en la oficina. Verás cómo ciertos cambios pequeños en tu rutina lograrán grandes resultados y te harán sentir mejor.
Hacemos especial hincapié en la salud en la oficina porque, aunque tengas una rutina deportiva diaria, sigue siendo muy importante conservar ese movimiento durante el resto del día. No es lo ideal pasar una hora en el gimnasio si el resto del día vas a estar sentado. Cada vez hay más puestos de trabajo en la oficina y la tecnología nos ha facilitado el desarrollo de actividades que antes requerían mayor actividad física. Sin embargo, el sedentarismo y las pantallas del ordenador nos predisponen a sufrir ciertas patologías como dolor muscular, dolor de cabeza, fatiga ocular, sequedad de ojos…
Veamos algunos consejos para mejorar tu salud en la oficina:
Ponte de pie regularmente
Según el Consejo Europeo se recomienda hacer pausas y levantarte cada 20 o 30 minutos, este movimiento aumenta el riego sanguíneo y fortalece tus músculos.
Si te cuesta hacer este parón a menudo intenta ponértelo fácil a ti mismo: utiliza aplicaciones como Pomodoro que te avisarán con una alarma cada vez que hayan pasado 30 minutos; o utiliza una mesa elevable que te permita ponerte de pie sin dejar de trabajar, así seguirás esta pauta incluso si te pillan en medio de una de esas reuniones eternas.
Camina siempre que sea posible
Hay muchos momentos del día en los que puedes aprovechar para caminar:
-Si vas en coche, no aparques en la puerta, así andarás unos minutos antes y después de la jornada. Si vas andando intenta variar de ruta y alargarla siempre que sea posible.
-No te llenes la botella de agua, así tendrás que levantarte y rellenar tu vaso cada vez que quieras beber.
-Apunta tus tareas en una pizarra que esté alejada de tu mesa, así te levantarás cuando quieras mirarla.
-Camina unos minutos después de comer, aprovechando la pausa.
-Levántate para hablar con tus compañeros en lugar de escribirles por chat.
Utiliza las escaleras en lugar del ascensor
Siempre que puedas, opta por escaleras, en casa, en el metro, en el trabajo…¡en todas las que se crucen en tu camino! Este pequeño gesto repetido varias veces durante cada día te ayudará a mantenerte en forma.
Descansa la vista
No podemos hablar de salud en la oficina sin hablar de los ojos. Los ojos sufren cada día con el uso constante de pantallas y luz azul, por eso es importante que cuides de ellos y les des un descanso de vez en cuando.
Cada media hora, aparta la vista de la pantalla y mira otros objetos. Si puedes, y tienes cerca una ventana, aprovecha para mirar todo lo lejos que puedas. Esto te ayudará a evitar la sequedad de los ojos, el cansancio ocular y el dolor de cabeza.
Recuerda darles este descanso también el resto del día, por ejemplo intentando no ver la tele durante mucho tiempo seguido, o mirando menos el móvil.
Rodéate de aquello que te haga sentir bien
Crear un entorno de trabajo inspirador es vital para sentirnos calmados y felices. Intenta encontrar aquello que te genere bienestar. Por ejemplo, colocando plantas que te aporten un toque de naturaleza.
Haz ejercicio durante la jornada laboral
¿Por qué no? Unos minutos de sentadillas en los descansos, unos estiramientos de cuello si te lo notas cargado, o una pequeña rutina de movilidad por la mañana para desentumecer el cuerpo, puedes ver algunas ideas en el post de 5 estiramientos matutinos para activar el cuerpo.
Y recuerda, no hay que hacerlo todo a la vez, escoge una cosa, la que más te guste, y empieza por ahí. Poco a poco, y escuchando a tu cuerpo, irás mejorando.