Ergonomía en el trabajo

Ergonomía cognitiva: qué es, para qué sirve

Ergonomía cognitiva

Ya que nos gusta hablar de ergonomía hoy queremos explicar un concepto relacionado: la ergonomía cognitiva. 

La ergonomía cognitiva estudia cómo habilitar los puestos de trabajo para evitar que los trabajadores se equivoquen a la hora de realizar sus tareas o bien les cueste mucho esfuerzo llevarlas a cabo.

Por ejemplo, si piensas en tu casa, las llaves de la luz están ubicadas en sitios que te vienen bien para encender o apagar la luz cuando te mueves. El mando de la tele tiene los botones distribuidos de manera que te sea fácil cambiar de canal. Todo está optimizado para facilitarte la vida. En este caso, equivocarte de botón no supone nada, pero en el caso de un controlador aéreo equivocarse de botón podría ser un error fatal, y por eso es importante que los espacios ayuden todo lo posible a evitar estos errores.

¿Qué es es la ergonomía cognitiva?

Podemos decir que la ergonomía cognitiva es la rama de la ergonomía que aplica la psicología del diseño a los espacios de trabajo para que los empleados puedan realizar sus tareas de manera cómoda y eficaz, evitando posibles errores humanos. 

Para ello se estudian las sensaciones, la percepción, la atención y la memoria, ya que todas ellas están condicionadas por el espacio que las rodea. Por ejemplo, un botón rojo entre muchos otros botones negros resaltará más que cualquier otro. 

Como imaginarás, este tipo de ergonomía se utiliza especialmente para el desarrollo de dispositivos electrónicos o vehículos, pero también es muy importante a la hora de crear un espacio de trabajo, es decir, de crear tu oficina. 

Hay muchos detalles del día a día que podemos tener en cuenta y que pueden parecer pequeñas cosas pero que requieren de una planificación previa, especialmente cuanto más carga de estrés tiene el puesto de trabajo, como los pilotos de avión o los médicos. 


Los errores humanos en el trabajo

Muchas veces los accidentes de transporte o accidentes en fábricas no se producen porque el edificio o el vehículo esté en mal estado o porque el empleado no sabe hacer bien su trabajo. Se producen por un error humano. La ergonomía cognitiva va enfocada a minimizar las posibilidades de que un empleado cometa un error. 

Para ello se estudian las formas de predecir y evitar los errores humanos y se implementan sistemas que mejoren la fatiga mental. 

Cuando hablamos de error humano nos referimos a un fallo que se atribuye a un factor humano, ni a la maquinaria, ni al espacio y ni siquiera al hecho de que el empleado esté bajo la influencia de alguna sustancia o situación incapacitante. No es un fallo que se cometa a propósito, suele ser un fallo de comunicación, un despiste, falta de información… Por eso, es muy importante que la maquinaria tenga una interfaz intuitiva y que el operario sepa bien siempre cómo debe actuar en cada situación. 


Aplicación de la ergonomía cognitiva

Hay diversas áreas donde podemos aplicar la ergonomía cognitiva para facilitar las actividades laborales: 

1. La sanidad

Los profesionales de la salud tienen turnos muy largos, trabajos exigentes y una responsabilidad enorme, ya que en sus manos está la vida de las personas a las que tratan. Cuanto más cansados están, mayor es el riesgo de cometer un error. Es por eso que la ergonomía cognitiva puede ayudar a minimizar el riesgo de cometer errores. Puede utilizarse para diseñar los turnos de trabajo, asegurando unas horas de sueño mínimas, lo que ahorra problemas de salud, tanto físicos como mentales, y hace que los sanitarios estén en mejores condiciones de realizar su trabajo. 

2. La electrónica

Un aparato difícil de utilizar dará pie a mayores errores por parte de la persona que lo utiliza, ya sea en un ámbito laboral o en casa. Para ello, es importante diseñar interfaces intuitivas e instrucciones que sean fáciles de leer, priorizando las funciones más necesarias y evitando así frustraciones.

3. Los vehículos 

La ergonomía cognitiva es muy importante en el diseño de vehículos. En este caso está muy presente también la ergonomía física, que sería la que nos haría estar cómodos mientras conducimos. La ergonomía cognitiva, en cambio, se encarga de que la conducción sea fácil, evitando la fatiga que puede llevar a un accidente. 

Aquí entran también los aviones, los trenes, los barcos…medios de transporte con controles mucho más complejos que los de un coche, cuyo diseño debe realizarse con mucho cuidado, haciendo que el operario sepa rápidamente qué tiene o no tiene activado o, por ejemplo, resaltando los botones de emergencia para que sean lo más visibles y accesibles posible en caso de necesidad. 

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